Tratamiento Miofascial
¿Qué es la terapia miofascial?
La terapia miofascial está formada por técnicas de terapia manual, orientadas a trabajar con el tejido conectivo del organismo, la fascia y muscultura.
¿Qué es el sistema fascial?
El sistema fascial constituye un conjunto fibroso (rico en colágeno) que recubre, y penetra todos los músculos, huesos, articulaciones y estructuras del cuerpo humano para unificarlo. Entre las principales funciones de la fascia se encuentran la de proteger estos tejidos de posibles impactos o lesiones, así como la de informar al sistema nervioso central de la posición, movimiento y el estado general del cuerpo. Cuando se aplica la terapia miofascial, se actúa sobre este sistema.
¿Qué es el síndrome del dolor miofascial?
Podemos definir el síndrome del dolor miofascial como una dolencia crónica que afecta a un músculo o grupo de músculos.
Generalmente es de carácter regional, afectando a las áreas adyacentes al músculo.
Hay causas diversas sobre la aparición de las disfunciones fasciales, como por ejemplo:
- Causas emocionales relacionados con el estrés.
- Hábitos posturales incorrectos
- Traumatismos por caídas, golpes…
- Inmovilización prolongada derivada tras una intervención quirúrgica o inmovilización local por escayolas.
- Nutrición inadecuada, intolerancias, ingesta de tóxicos,…
¿Cómo se trabaja el dolor miofascial?
El fisioterapeuta puede establecer un plan para ayudar a aliviar el dolor en función de los signos y síntomas que se presenten:
- Estiramientos. El fisioterapeuta puede recomendarte ejercicios suaves de estiramiento para ayudar a aliviar el dolor del músculo afectado. Si sientes dolor en el punto desencadenante al estirar, el fisioterapeuta puede aplicarte una solución anestésica sobre la piel.
- Entrenamiento postural. Mejorar la postura puede ayudar a aliviar el dolor miofascial, especialmente, en la espalda. Ejercitar y reforzar los músculos que rodean el punto desencadenante te ayudará a no exigir en exceso un determinado músculo.
- Tratamiento manual. El dolor de origen miofascial se puede tratar con técnicas muy diversas: punción seca para el tratamiento de los puntos gatillo, técnicas de inducción miofascial, etc.